miércoles, 10 de junio de 2009

DEMOCRACIA Y NEOLIBERALISMO


En nuestras vidas existe un sistema que recae y determina todos los comportamientos ya sean políticos, económicos y sociales en una comunidad; y de manera colectiva nos sume a vivir bajo las reglas de lo establecido, en el cual somos masa al momento de elegir, decidir y obrar.
En la teoría, ese sistema dibuja un advenimiento de roles austeros y en un libre pensar para el ser humano, por ende, una vida digna de hombre en donde la autoridad asume el rol de conducir a la sociedad a una prospera realidad es la propaganda, mediocre por supuesto, de todos los días; llamada de por sí: Democracia.
 
En tanto el término democracia dibujado actualmente, nos conlleva a la idea simplista de revelar que el estado es el encargado innato de velar por el pueblo en salvaguarda del interés común, valiéndose de una política pintoresca y con nebulosas recetas económicas.
 
En relación a esto, durante los últimos años se ha ido expandiendo un ideal mercantil insostenible para nuestras realidades tratado desde las esferas mas altas del sistema bancario; arremetiendo contra economías y dejando como consecuencia grandes desequilibrios y una mayor pobreza en nuestros medios. Ejemplificamos el caso no tan lejano de Argentina y su banca en quiebra al negarse a negociar tributos y pagos con el FMI (Fondo Monetario Internacional).
El problema como lo ejemplifiqué es el mismo en el Perú, común en los países tercermundistas: Alarmante es el hecho que bajo la excusa de globalización, los estados se vean obligados a negociar con dichos estatutos gestores del gran capital financiero, particularmente del capitalismo del Wall Street. El Perú ya avista las consecuencias de tal sistema, pues la desesperante exigencia de inversión de los titulares de economía locales esconde algo más que un simple apoyo a nuestras finanzas; esconde la expropiación, extracción y/o explotación de nuestros recursos ya hipotecados de antemano por mineras y transnacionales.
 
El sistema se llama Neoliberalismo, frecuente en nuestras vidas significa la deslocalización de los recursos y la supresión de las fronteras por parte del capital para privatizar servicios básicos populares desregularizando el mercado laboral.
Aquellas empresas que se someten bajo esa lógica de los negocios, sustentan una política antisindical en donde el intervensionismo por parte del estado es una violación a su producción y un delito para su economía; donde los obreros son maniatados y obligados a seguir reglas del juego en donde el salario bajo y la explotación es el pan de todos los días.
 
Pero no debemos caer en meros conceptualismo, antes que todo; el neoliberalismo no solo trata de temas de comercio y economía; sino también situaciones mas amplias y afines a lo que una sociedad llama “recursos humanos y tangibles” tanto como los derechos sociales de los cuáles haré mención en la educación, la alimentación y la salud; temas abarcados agitadamente en las agendas comerciales y en los tratados megacorporacionales que no son sino contratos de hora undécima entre el estado y el capital.
 
Desde el punto de vista pedagógico, la organización estudiantil se ocupa de una tarea de profundización de los valores básicos del sistema en el alumnado; inculcándole un modo de vida patriarcal; recalquemos también que un individuo desde su infancia debe ser guiado en un margen “patriota” y religioso tanto como dogmático y bajo estratos consumistas.
La salud y la alimentación le suceden, el primero forma parte de una disyuntiva con respecto al TLC; las patentes de fármacos y el incremento de sus precios obedecen a intereses de un mercado de monopolio.

El segundo tiene que ver mucho con la iniciativa del gobierno sobre temas agrarios, como lo sucede en Piura, la agricultura sin subsidios languidece siendo victima del olvido y la precariedad frente a las grandes haciendas exportadoras. A esto se le suma la “gentil” e “inocente” promesa hacia la población agraria en su mayoría extremadamente pobre, de recibir compensaciones mezquinas e inútiles. Relacionándola con la minería y su impacto ambiental, condenaría a la población que aún sobrevive de los pocos cultivos y recursos, a vivir en condiciones paupérrimas aun peores que la actual; ya que toda minera sean cual sean sus hipócritas promesas, contamina los suelos haciéndolo estéril dejando sin posibilidad a aquellas comunidades de subsistir.
Noam Chomsky alguna vez se refirió diciendo: “si esto que se llama democracia va a estar combinada con neoliberalismo, estará en mal camino. Si analizas lo que ofrece el aparato neoliberal, cada elemento está diseñado para minar la democracia; de la liberalización financiera a las privatizaciones. En algunos casos la privatización trasluce bien: privatizar algunos servicios significa extraerlos de la escena pública, donde la gente puede tener voz y ponerlos en otro espacio. Observa la liberalización económica: como cualquier economista sabe; si liberalizas las finanzas, eliminas las posibilidades de que el pueblo tome decisiones democráticas; todos los aspectos de la sociedad y la economía están en manos de los inversionistas”.

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